Como ya sabemos, las personas de movilidad reducida son aquellas que tienen permanente o temporalmente limitada la capacidad de moverse sin ayuda externa.
Este hecho supone para la persona una gran dependencia de otras personas o medios técnicos para llevar su vida cotidiana. Esto provoca en la persona que lo sufre bastante frustración.
No hay que olvidar la sobrecarga que sufre el cuidador tanto emocional como física y el gran nivel de estrés que supone.
A esto hay que sumarle que la gran mayoría de las veces quien cumple el papel de cuidador no es profesional, por lo que no conoce las técnicas más adecuadas de movilización para evitar lesiones tanto de ellos mismos como a la persona con movilidad reducida. Además en muchas ocasiones el cuidador es de edad avanzada lo que supone un esfuerzo y dificultad aun mayor.
Consejos para el cuidado de personas con inmovilidad o riesgo de padecerla:
– Animar a la actividad física.
– Cuidar la incontinencia.
– Vigilar la hidratación y nutrición.
– Fomentar la realización de movimientos regulares.
-Evitar la sobredependencia, es decir, prestar apoyo cuando la persona verdaderamente lo necesite.
– Realizar cambios posturales cada vez que sea necesario.
– Usar productos que apoyen la autonomía.
La movilidad, especialmente de la cama a la silla y viceversa, en la mayoría de ocasiones es un acto bastante complicado.
Para este tipo de situaciones existe la ayuda técnica de dos artículos que facilita en gran medida la movilidad:
El disco giratorio se trata de un sistema que gira fácilmente sin apenas fricción para reducir el esfuerzo y tensión en rodillas y tobillos durante las transferencias. Los discos se colocan en el suelo y los pies del usuario sobre el disco de transferencia. Se usan para girar al usuario 90 grados. Evitan que el cuidador tenga que realizar movimientos de giro.
El cinturón para movilizar está diseñado para facilitar el trabajo de los cuidadores cuando movilizan a un paciente, ayudan en la deambulación del usuario (sirven de soporte) y recolocan a un usuario sobre una superficie. Reducen la fuerza necesaria para mover a un usuario y mejoran la postura al proporcionar un punto de apoyo más cercano al centro de gravedad del cuidador. Se colocan en la cintura o en la zona lumbar del usuario. También se puede colocar en las piernas para hacer más fácil su movilización.
Estos son un par de ejemplos dentro de los muchos que podemos encontrar, afortunadamente las ayudas técnicas cada día son más especificas y de mejor calidad.
Patricia Barcala Fernández, Trabajadora Social.
Geriayuda Ayudas Técnicas
Fuentes: http://www.serviciossocialescantabria.org/
http://ergodep.ibv.org/documentos-de-formacion/6-equipos-para-la-movilizacion-manual-de-pacientes